domingo, 8 de febrero de 2015

Homenaje a María José Pujol Zabala


Homenaje en memoria de 
María  José  Pujol  Zabala
"Pepa"

SE HA CAÍDO DEL ÁRBOL
UN CORAZÓN GRANDE
Y NO HAY OLVIDO
Kofuko Mahayana 

Con motivo de la fecha de su nacimiento, 9 de febrero, deseamos realizar un homenaje a la memoria de nuestra entrañable e inolvidable amiga María José Pujol Zabala, a quien amistosamente nominábamos Pepa, quien el 19 de agosto de 2014, partió hacia ese lugar del invisible/visible, quien siempre emanaba alegría, luz, entrega y amor, ..., para su familia, para su profesión, para sus amigos y amigas, ..., Partió para ese lugar sagrado como nube flotante, adormecida y estrella entre las noches de sombras y recuerdos.



MARÍA JOSÉ PUJOL, MI GRAN AMIGA
Fuiste 
luz dorada y diáfana
cada instante,
estrella 
de irisados colores transparentes,
profundamente 
buena y noble,
luchadora sin límites,
ni tregua.

Tu presencia de ausencia
persiste entre nosotros,
y destella
tu fuerza, tu luz, tu entereza,
tu presencia sin cuerpo.

Esposa, madre, amiga,
tu corazón late 
y nos enseña
esa fuente eterna de tu ser
pasión,
amor, calor, esencia 
que vive
presente en la memoria.

María Jesús

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Siempre dispuesta a dar ideas, a compartir, a ayudar. Siempre abierta a aprender y a saber de todo: música, física, literatura… Una gran persona, y además, una gran trabajadora y una gran emprendedora y luchadora. Ponía pasión en todo lo que hacía.

José Luis
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Cuando trato de escribir algo sobre Pepa se me vienen ocurren varias palabras. La primera es el adjetivo creativa y no sólo por su condición de artista sino, también, por el uso que hizo desde su llegada al colegio de diversas tácticas educativas que ahora les parecen a algunos novedosas. Esto me lleva a segunda: rompedora, ya que más que un soplo de aire fresco fue una especie de tornado que entró en el colegio y no solo cambio la forma de enseñar sino que eliminó gran parte del machismo de la Secundaria.
La tercera es generosa, porque siempre dedicó su tiempo y esfuerzo a todos los que le solicitaron su ayuda, cuando no era ella la que participaba motu proprio.
La cuarta podría ser optimista, aunque yo pienso que la expresión inasequible al desaliento lo describe mejor. Hablaba de su enfermedad como algo superable, como si no fuera más que un dolor de cabeza, por ejemplo. En ese sentido recuerdo que pocos días antes de su muerte estuvimos hablando de su futuro a tres años vista.
La quinta es sincera. Odiaba la hipocresía. Llamaba siempre a las cosas por su nombre y no se cortaba ante nadie.
La última no hace falta describirla: AMIGA.


Pedro

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Mi   querida Pepa:
Iré a verte pronto.
Sé que, aunque no te avise,  tendrás una cervecita fría preparada y algún postre golosero con anécdota incluida. Son buenos momentos que nos ayudan a colocar las cosas en su sitio y a darles la importancia que verdaderamente tienen.
Tengo tu imagen de las comidas de chicas con el cucharón, cuando resultaba tan difícil que solo hablara una de nosotras. Nos desgañitábamos para expresarnos con absoluta libertad y queríamos también escuchar lo que pensaban las demás. Todo a la vez. ¿Imposible? No, muy divertido.
Así te presentas en mi corazón, te tengo guardada ahí  porque es donde necesito que estés: con tu alegría, tus carcajadas y tu valor, cariño y entereza en los momentos difíciles.
Iré a verte pronto. Un  beso.
        Loli Emparanza
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PEPA

Lo que sigue a continuación son dos fragmentos de algunos de los e-mails que, de vez en cuando, Pepa y yo intercambiábamos durante su baja y mis sustituciones. Los tengo guardados, junto con otros, en mi carpeta Historias de la Vida. No conocí demasiado a Pepa, pero lo suficiente como para darme cuenta de que iba de frente. Nada más llegar al cole, pude sentir la rabia y frustración que le causaba su baja y tener que aceptar en su puesto a un desconocido de quien no tenía ninguna referencia. Le importaba su profesión, en manos de quién dejaba a sus alumnos. Llegó incluso a una cierta brusquedad, que también pertenecía a su carácter. Sin embargo, al mismo tiempo, me resultó franca y eso me daba tranquilidad, me hacía pisar terreno seguro. Es decir, no me llevaba a engaño. Con la sucesión de  bajas y sustituciones, ella ya iba tomando conciencia de que el relevo era inevitable y me escribía en clave sucesoria. Pepa iba pasando el testigo. Soy inexperto. Me falta experiencia. El listón de Pepa me parece alto en cuanto a la importancia que daba a sus materias y al nivel de exigencia que planteaba a sus alumnos. Este año, el taller de plástica se ha quemado. Se ha quemado lo que para mí es el taller de Pepa. Y poco a poco, se irá transformando en algo que irá incorporando elementos y rasgos de los profesores de arte que trabajemos allí, conviviendo con algunas de las apuestas y deseos que soñaba Pepa para sus alumnos de plástica. Allí están el horno de cerámica, los tornos, el tórculo de grabado… y el espacio respirado por Pepa, cuando, en sus tumbona, sesteaba en medio de su taller. Es extraño cómo mi suerte, mi presente y mi futuro quedan vinculados al recorrido que siguió por este mundo la vida de alguien a quien apenas conocí.

18 abril de 2013.
“He recibido la incapacidad absoluta, por lo que ya paso a la reserva de los pensionistas, ahora juega bien tus cartas, por favor, para que siga habiendo una enseñanza Artística de calidad en Maristas.

No tengo ningún problema en que sepan (alumnos o compañeros) que ya no volveré pero que les quiero mucho”.

24 de abril de 2013.
“Suerte y un consejo: pon el listón alto, exígeles lo imposible (te darán más) y haz que sientan que les quieres de forma individual, que de alguna manera no escuchas a otros para ponerles etiquetas, sino que piensas que son como se muestran ante ti, que tienen derecho a equivocarse y a poder pedir perdón, que pueden hacer algo mal pero que no son malos, porque la maldad es otra cosa muy diferente y que, incluso un día antes de su muerte, una persona puede cambiar. Por eso, siempre les volveré a dar la oportunidad de hacerlo,  ya que el castigo es para reparar la falta del momento, pero no para marcarlo de por vida.

Nunca traiciones la confianza que pongan en ti frivolizando con los compañeros profesores, y siempre que alguno tenga un mal día y pierda los papeles recrimínale pero siempre en privado y en frio para que entienda la situación y no tenga que jugar un papel violento porque tenga que demostrar ante sus compañeros lo gallito que es.

Pon siempre un castigo ante una mala acción, siempre por muy leve que sea para que entiendan que eres una persona íntegra y no que vas de farol, pero los castigos que siempre tengan una puerta abierta, que sean diferentes (tenía un alumno en B.U.P. que me interrumpía continuamente porque no callaba. Un día le puse como castigo que me tenía que traer un ramo de flores. Yo lleve una jarra con agua y la puse sobre la mesa: puse las rosas dentro y le explique ante toda la clase que el castigo consistía en que, cada vez que fuese a empezar a hablar, como miraba para saber si yo estaba atenta o no hacia la mesa, al ver las flores se acordase de lo que tenía que hacer. La verdad es que funcionó y las flores se marchitaron sin tener que reponerlas. Lo extraño de esta historia es que las flores las había cortado del seto de rosas que va desde Prim a Mazustegui y les había pelado a los vecinos el rosal.

Bueno, mi pequeño saltamontes, te tiene que estar dando algo a tu edad y que te esté dando consejos... Pues ya se sabe: no me des consejos que sé equivocarme sola.

Por fin.

Otro beso”
Chema Gutiérrez
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Este año Pepa hubiera cumplido 56 años. Ella siempre decía: “no me quites años, con lo que me está costando cumplirlos”. Y así es,vivió su vida con alegría y valentía, incluso en los peores momentos de dolor siempre buscaba algo positivo, luchó hasta el final…era muy cabezota, muy, pero que  muy cabezota.
Yo tengo en mi corazón a Pepa:
La Pepa apasionada por el arte (también por transmitírselo a los alumnos, le encantaba enseñar), por los objetos antiguos, por lo bello, en general, tenía muy clara la diferencia entre valor y precio.
La Pepa familiar y casera, que preparaba toda serie de recetas, de novedades, que compartía contigo a través de fotos, de mensajes, con una curiosidad infinita por todo; que cuidaba de su familia, capaz de ir al fin del mundo por ellos. Preocupada por que encontraran su camino y su lugar en la vida.
La Pepa rebelde, reivindicativa, incansable, “agotadora”(¡bufffff, lo que podía hablar!) con inmensas ganas de vivir, habiendo aceptado ya que no viviría mucho.
La Pepa del taller del colegio, donde nos organizaba cafés compartidos en el recreo. ¡Cuánto disfrutaba de la compañía de la gente! El lugar era lo de menos.
La Pepa de su 25 aniversario de boda, radiante, aunque agotada, la inmensa ilusión con que lo preparó en su preciosa casa de Villalacre, que es ella. Pepa arreglando durante meses su traje de novia para ese día, organizando la comida, decorando el jardín. La increíble fiesta que preparó, rodeada de familia y amigos, de charla, de música, de baile… de alegría, en un día soleado y magnífico que ella quiso regalarnos a todos nosotros.
Pepa está muy presente en mi vida, de una manera muy positiva, en muchos momentos me ayuda lo que fue y lo que compartí con ella: “disfruta tu vida, lo importante son las pequeñas cosas de cada día, las personas que quieres y que te quieren; no dejes que te pisen, no te calles, lucha por lo que crees, ríe y sonríe”. ¿Suena a lo de siempre? Para ella no, así vivió y así nos lo transmitió, a mí, al menos.
Pepa…un beso y gracias.
Itziar Enbeita
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 ROSTRO DE VOS
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada. 

Mario Benedetti

Recordaremos siempre tu fuerte personalidad, tu entereza cuando la adversidad te maltrató y el amor para tu familia, para Imanol, para tus hijos. No nos olvidaremos de tí, Pepa.

Rosendo



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoy Pepa te tengo en mente y en mi corazón como en la mayoría de mis días, estás en mis ilusiones, en mi familia, en todo lo que me rodea. Te quiero y te echo de menos. Qué gran persona, amiga. No te olvido ni te quiero olvidar, ni te puedo olvidar. Te queremos mucho. Me encantaría hablar contigo , te necesito.
Hoy es tu cumple, amiga mía, muchas felicidades!!!